EL KIOSKO (sitio recomendable para ir).

En mi último viaje a Madrid pude ir a cenar a un sitio muy mono, «El kiosko», donde probé muchas cosas, como los baos que desde entonces me tienen enamorada.

Se trata de una cadena que tiene varios restaurantes: uno en Las Rozas, otro en Ferraz y otro en Pozuelo.

La carta es muy variada y está todo muy bueno.

Estuvimos muy tranquilas y el trato fue muy, muy, agradable.

Para cenar pedimos huevos rotos con patatas y jamón, queso rebozado con almendras y mermelada y bao, estaba todo muy rico 😋 (¡me encanta la comida oriental!).
Los huevos rotos estaban muy bien hechos, en su punto, pues no estaban muy cocinados, pero tampoco crudos, es decir, la yema estaba semi cuajada y al trocear se mezclaba con las patatas y el jamón. Me encantó!

El jamón era de buena calidad, no estaba salado y el corte era muy bueno. Las lonchas eran gruesas, pero no demasiado, para que se noten en boca y se pudiesen cortar con facilidad.

El queso estaba muy bien hecho. El rebozado era perfecto, ya que me gustó mucho el detalle de ponerle almendras peladas para darle un toque distinto y crujiente y, así, diferenciarlo de otros más normales, «de típico bar»; porque, ya que es un plato sencillo, de esta forma tiene su toque diferente. Es un plato de gran fritura por lo que me gustó que pusieran en el centro una ensalada para equilibrar el plato y que no fuese tan pesado. Por otro lado, la ensalada le ldaba un toque bonito a la presentación del plato.

Por último, para quien no los conozca, los baos son una especie de bocadillos japoneses, pero abiertos y la masa está cocida al vapor. Se pueden rellenar de infinitas variedades, pero estos tenían ternera con pepino y limón. El pepino fue el toque fuerte pero que combinaba bien con el limón, porque ambos son frescos y también llevaba zanahoria rallada que le daba un toque más dulce y contrastaba bien para que no sea un bocado demasiado fuerte.

De postre pedimos una de mis tartas favoritas: la «red velvet»; pero estaba un poco seca.

Quitando el postre la comida estaba , en general, muy rica y el sitio muy bonito.