Esta selva se encuentra en el norte de Navarra, es muy grande y está en la frontera entre España y Francia por eso hay parte que también es francesa.
Es el segundo hayedo más extenso y mejor conservado de Europa, después de Selva Negra.
Esta selva recibe este nombre porque es en el único lugar donde habita un ave en peligro de extinción llamada así.
El primer día contratamos a un guía y fue genial porque fue súper amable y atento y te explica un montón de cosas que de otra manera no sabrías.
Fuimos hacer la ruta de los contrabandistas, llamada así porque en época de guerra habían objetos prohibidos, que no podían entrar al país, como las medias, que por ahí conseguían que entrasen sin ser vistos.
Como fuimos en octubre aprovechamos y nos enseñó un montón de setas y nos explicó cosas características de algunas y cuáles eran comestibles y cuáles no.
Esta seta es muy característica porque hay que tener mucho cuidado con ella ya que solo con tocarla sale un gran polvo, que son sus esporas.
Al terminar la ruta nos llevo a una cueva llamada «arpea» que está en la frontera y es francesa. En esta cueva por sus pliegues se puede ver el paso del tiempo y los distintos sedimentos que se han depositado en ella.
Otro día fuimos de excursión a ver la antigua fábrica de armas del pueblo.
Hay muchos pueblos alrededor y sitios para visitar pero hay que coger el coche para ir a verlos.
El clima es frío, pero en otoño es muy agradable, sobretodo por el día. Y hay muchísima vegetación.
Flor de azafrán:
También fuimos un día de excursión a «San jean de pied port» un pueblo muy bonito. Es el último de la ruta francesa del Camino De Santiago.
Es muy medieval, todas sus calles y las casas parece que hayas entrado en otra época. Lo que más me gustó es como está integrado un montón de parte del castillo dentro del pueblo.
Después fuimos al siguiente pueblo que es Roncesvalles, el primero de España, en la ruta francesa.
Un día hicimos una excursión a la presa y pantano. Hay dos rutas una larga que rodea todo el pantano y otra más corta, nosotros decidimos hacer la corta y luego paramos junto al lago para comer. Es precioso!
Antes de irnos pasamos por la quesería de a lado de nuestro albergue y compramos queso con Denominación de Origen «Idiazabal», desde entonces es mi queso favorito. Tuvimos un trato súper amable, es una quesería familiar, donde nos dieron queso para probar antes de comprarlo y nos explicaron cómo lo hacen y nos enseñaron la quesería y las ovejas que también las cuidan ellos.
El albergue donde estuvimos se llama «Mendilatz», es pequeño pero muy agradable, limpio y acogedor. Funciona como un albergue pero tiene comedor como si fuese un hotel. Debido al frío que hace allí y la mala accesibilidad en invierno no abren, el resto del año si.
El último día de camino a casa fuimos a ver el castillo de Olite, me encantó. Ya había estado de pequeña como en Roncesvalles pero no me acordaba.
La restauración de este castillo está muy bien hecha y es sin duda hasta ahora, de todos los castillos que he visto, mi favorito.
En esta foto se ve el nevero que tenía la familia real fuera del castillo, pero al lado, para guardar la comida y que se conservase durante más tiempo. Se conservaba muy bien gracias a las piedras que lo forman que crean una capa protectora que hacen de aislamiento y hacen que se mantenga una temperatura más baja que en el exterior.
Lo que más me ha gustado es que es un lugar muy relajado y tranquilo en el que puedes disfrutar mucho de la naturaleza y desconectar ya que no hay casi cobertura e internet solo hay en él albergue.
Besos, Irene.